El otoño es una estación clave para preparar el jardín de cara al invierno y asegurar un crecimiento vigoroso en primavera. Sin embargo, es fácil cometer errores que pueden afectar la salud de las plantas. A continuación, te contamos algunos de los más comunes errores y cómo evitarlos.
1. No ajustar el riego
Con la bajada de temperaturas y el aumento de la humedad, muchas personas mantienen la misma frecuencia de riego que en verano. Esto puede provocar encharcamiento y pudrición radicular. Es importante reducir el riego y adaptarlo a las necesidades de cada planta, verificando la humedad del suelo antes de regar.
2. Descuidar la poda
El otoño es ideal para podar algunas especies, pero no todas. Cortar ramas en plantas que aún están en crecimiento puede debilitarlas. Investiga qué especies de tu jardín se benefician de una poda otoñal y cuáles deben esperar hasta finales de invierno o primavera.
Aquí te dejo algunos ejemplos de plantas que se benefician de la poda otoñal y las razones para hacerlo:
2.1. Arbustos y árboles caducifolios
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Ejemplos: Rosales, hortensias de floración en madera vieja, parras, frutales de hoja caduca (manzanos, perales, cerezos).
- Razón: En otoño, estas plantas están entrando en dormancia, lo que minimiza el estrés de la poda y previene enfermedades. Además, eliminar ramas muertas o débiles ayuda a mejorar la circulación del aire y reduce la aparición de plagas.
2.2. Setos y arbustos de formación
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Ejemplos: Ligustro, boj, laurel, cipreses.
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Razón: Recortar en otoño ayuda a mantener su forma y evita que crezcan de manera descontrolada durante el invierno.
2.3. Árboles frutales
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Ejemplos: Manzano, peral, membrillero.
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Razón: Se eliminan ramas secas y se aclaran las copas para mejorar la penetración de luz y la producción de frutos en la siguiente temporada. Ojo, algunos frutales como los cítricos o los ciruelos es mejor podarlos en primavera o verano.
Es importante recordar que no todas las plantas necesitan poda en otoño. Especies como la lavanda, las hortensias que florecen en madera nueva y algunas gramíneas ornamentales es mejor podarlas a finales de invierno o primavera para evitar daños por heladas.
3. No proteger las plantas sensibles al frío
Muchas plantas tropicales o de clima cálido sufren con la llegada del frío. Ignorar la necesidad de protección puede resultar en daños severos. Usa mantas térmicas, acolchados o traslada las macetas a un sitio resguardado para evitar pérdidas.
4. No aprovechar la caída de hojas
Las hojas caídas no son solo un residuo, sino una fuente valiosa de materia orgánica. Dejarlas en el césped puede asfixiarlo, pero recogerlas y utilizarlas para compost o como mantillo ayudará a enriquecer el suelo y proteger las raíces del frío.
5. Retrasar la plantación de bulbos
Los bulbos de primavera, como tulipanes y narcisos, deben plantarse en otoño para garantizar su floración. Muchas veces se pospone esta tarea hasta que es demasiado tarde. Lo ideal es plantarlos antes de las primeras heladas, asegurando que tengan tiempo de enraizar.
6. No abonar correctamente
El otoño es una época excelente para aportar nutrientes al suelo. Algunos jardineros dejan de abonar pensando que las plantas no lo necesitan. Sin embargo, un fertilizante rico en potasio y fósforo fortalecerá las raíces y mejorará su resistencia al invierno.
7. Ignorar la preparación del césped
El césped requiere cuidados específicos en otoño para resistir el invierno. No airearlo ni aplicar un abono otoñal puede debilitarlo. Además, es importante no segarlo demasiado corto, ya que esto lo hace más vulnerable al frío.
Preparar el jardín en otoño con estos consejos evitará problemas y garantizará que las plantas afronten el invierno en óptimas condiciones. Con pequeños ajustes en el mantenimiento, se puede lograr un jardín saludable y lleno de vida para la próxima primavera.



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