Acerola (Malpighia emarginata): Guía Completa de Cuidados, Cultivo, Beneficios y Reproducción.
¿Qué es la planta de acerola?
La acerola (Malpighia emarginata) es un arbusto o pequeño árbol perenne originario de América Central, las Antillas y zonas tropicales de América del Sur. Crece hasta 3–5 m de altura y sus ramas delgadas llevan hojas opuestas, verdes y brillantes.
Produce racimos de flores pequeñas de 1–1.5 cm (generalmente rosadas o blancas) y frutos carnosos tipo drupa de 1–2 cm de diámetro (redondos y rojos o amarillos al madurar) con tres semillas duras en su interior. Los frutos son ácidos y muy ricos en vitamina C, más aún que las naranjas (hasta 20-30 veces más Vitamina C por 100 g). Esta planta se cultiva tanto en jardines como en macetas tropicales por su follaje ornamental y por sus nutritivas frutas.
Cuidados de la acerola
Para que la acerola prospere hay que imitar su clima natural tropical. Se recomienda:
- Luz: Pleno sol o semisombra ligera. Prefiere al menos 6–8 horas de sol directo al día. Tolera algo de sombra pero florece y fructifica mejor bajo sol intenso.
- Riego: Regular y abundante sin encharcar. Mantenga la tierra húmeda (especialmente en verano, unas 3–4 veces por semana) y evite que el sustrato se seque por completo. Sin embargo, no riegue en exceso en invierno (cada 4–5 días) para no pudrir las raíces.
- Suelo: Bien drenado y aireado. Prefiere suelos sueltos, ricos en materia orgánica y ligeramente ácidos (pH entre 5.5 y 7.0). Evite encharcamientos: en maceta mezcle tierra universal con perlita o arena para mejorar el drenaje.
- Temperatura: Templado-cálido. No tolera heladas fuertes; aguanta hasta unos –1 °C a –2 °C breves. Por debajo de 0 °C sufre daños. En climas fríos conviene resguardarla o cultivarla en interior/verano.
- Poda: Tolera muy bien la poda para dar forma o controlar su tamaño. Se poda después de fructificar para estimular brotes nuevos. Aunque en estado silvestre tiene espinas en las ramas jóvenes, las variedades cultivadas suelen carecer de ellas.
Siguiendo estas pautas de luz, suelo y riego, la acerola crecerá sana y producirá abundantes flores y frutos.
Floración y fructificación: La floración de la acerola ocurre repetidamente a lo largo del año en climas cálidos. Las flores brotan en racimos axilares con 2–5 pétalos de color rojo, rosado o blanco.Tras la polinización, aparecen pequeños frutos redondos que maduran de verde a rojo o amarillo brillante. Los árboles jóvenes pueden fructificar a partir del segundo año de vida.
Bajo buenas condiciones, produce frutos varias veces al año (al menos 3–4 cosechas anuales). En un jardín tropical típico, los frutos se recolectan todo el año; en zonas de clima con estaciones se suelen cosechar en primavera-verano. Cada fruto (drupa) pesa unos 15–20 g y tiene pulpa jugosa y ácida. Se dejan madurar en la planta hasta adquirir color, ya que al estar verdes son muy ácidos y se comen casi siempre cuando están rojos.
Tip: Para mejorar la floración, puede regar un poco más en la estación seca, pues la acerola responde a la humedad aumentando la floración.
¿Por qué es tan valorada la acerola?
Las cerezas de acerola se valoran principalmente por su alto contenido en vitamina C. 100 g de pulpa de acerola pueden aportar de 1.000 a 2.000 mg de Vitamina C (¡20–30 veces más que una naranja!). Además contienen vitaminas del grupo B, A, flavonoides y minerales (hierro, calcio, fósforo, magnesio), lo que las hace excelentes antioxidantes naturales.
En la cocina, los frutos se comen frescos o se usan en jugos, batidos y smoothies. También son muy populares en mermeladas, jaleas, salsas y licores. Habitualmente se les añade azúcar para atenuar su acidez. Tras cocerlas y colarlas, su pulpa se puede usar como aderezo en pasteles, pudines o helados. El polvo deshidratado de acerola se emplea incluso como nutriente en panes comerciales. Gracias a sus pigmentos (antocianinas y carotenoides), también puede usarse como colorante alimentario natural.
Además de lo culinario, la acerola tiene usos medicinales tradicionales: se le atribuye mejorar las defensas y aliviar resfriados debido a su Vitamina C, y posee taninos y compuestos antioxidantes beneficiosos para la salud. Finalmente, la planta se cultiva como ornamental (incluso como bonsái) por su floración vistosa y su follaje frondoso.
Cómo reproducir la acerola paso a paso
La acerola se puede reproducir por semillas o por esquejes.
- Semillas: Se extraen de los frutos maduros y se limpian bien. Germinan lentamente y con baja tasa de éxito (pueden germinar sólo un 5–50% según las condiciones). Lo ideal es plantar las semillas en semillero con tierra suelta y regar moderadamente. Se recomienda sembrar en la primavera o al inicio de la temporada cálida/lluviosa, para aprovechar el calor y la humedad que estimulan la germinación. Las plántulas crecen despacio y en un par de años pueden empezar a fructificar.
- Esquejes: Se toman de ramas sanas de plantas adultas (3–4 años o más) cortando segmentos leñosos de unos 25 cm de largo y 1–1.5 cm de grosor. Estos esquejes se tratan con hormona de enraizamiento y se plantan en sustrato húmedo (arena o turba) hasta que enraízan. Este método de propagación vegetativa es muy usado porque garantiza que la nueva planta conserve las mismas características de la madre. El enraizamiento suele ser más rápido que con semillas, y se puede hacer casi en cualquier momento cálido del año si la planta madre está sana.
Tras la germinación o enraizamiento, los plantones se trasladan a su sitio definitivo. Se aconseja hacerlo cuando midan unos 40–50 cm de altura, en un lugar con sol parcial al principio para acostumbrarlos. Con estos métodos, se pueden multiplicar ejemplares de acerola para cultivo o jardinería fácilmente.
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